Los centros de vacunación se encuentran desbordados por una ingente masa de borregos que hacen cola para que les inoculen un fármaco experimental carente de prescripción médica, sin previo análisis clínico, y de cuyos efectos adversos nadie se hace responsable.
La cafeterías están llenas de zombies enmascarados, que se quitan el bozal cuando se sientan y se lo ponen cuando se levantan, inmersos en un ritual tan obsceno como irracional, que se repite una y otra vez sin que ninguno de ellos se cuestione ni por un segundo la delirante incongruencia de sus actos
Las ciudades pueblos y villas han sido tomadas por un autentico ejercito de subnormales, ataviados con sus bozales, la mayoría de ellos inoculados, y los que no, esperando su turno impacientes para la inyección.
Un ejercito numeroso y paupérrimo que camina, impasible hacia su propia inmolación, y en su delirio suicida, todavía tiene la osadía de amenazar con una supuesta exclusión social, tan improbable como infructuosa, a todo aquel que no comulgue con sus macabros propósitos.
Ellos son la consecuencia y el resultado inequívoco de los planes de adoctrinamiento y lavado de cerebro masivo, implementados a través de colegios, institutos, universidades, prensa, radio, televisión y demás instrumentos diseñados para tal fin … por eso es una suerte no formar parte de ese infausto “ejercito” y un verdadero honor pertenecer a la guerrilla de los desobedientes, los despiertos y los disidentes, los que nunca, bajo ningún concepto o circunstancia dejaremos que sustituyan nuestro A.D.N. natural por ese experimento de dudosa composición y procedencia.
Feliz semana a todos los respiracionistas pura sangre del planeta, energía y Rock and roll, la cabeza alta, y la cara descubierta siempre!!
Mártin Sánchez
