A continuación verán de qué se trata todo esto.

El hombre lleva varios miles de años modificando los vegetales que utiliza como alimento. Tal es el caso de muchas frutas que son productos de mezclas de diferentes plantas.
Sin embargo la ingeniería genética permite ahora llevar a cabo en pocos años y en forma controlada modificaciones que antes costaban décadas de trabajo.

Sus comienzos

En sus comienzos, la ingeniería genética se utilizó para producir sustancias de uso farmacéutico, como la insulina, vía la modificación genética de microorganismos. Con los posteriores desarrollos aquellas investigaciones preliminares se aplicaron y derivaron en la obtención de vegetales y animales modificados genéticamente de forma tal de mejorar sus propiedades implícitas. Los objetivos y mejoras principales a los que se apuntaba eran los de obtener mayor vida comercial en los productos, resistencia a condiciones ambientales más agresivas (heladas, sequías, distintos tipos de suelos), resistencia a herbicidas más fuertes y potenciar la autodefensa contra plagas e insectos.

El primer transgénico

alimentos


El primer alimento, modificado por la ingeniería, en ser producido para el consumo masivo fue el tomate Flavr Svr.
Los alimentos que posteriormente se modificaron fueron la soja transgénica, en la cual se modificó su constitución para hacerla más resistente a herbicidas y el maíz, al que se le modificó para resistir determinados insectos y generar mayores rindes por cultivo y cosecha.

genes

¿Qué beneficios pueden presentar los alimentos transgénicos?

En primer lugar, el beneficio más notable es para el bolsillo de un agricultor. Aunque una semilla genéticamente modificada sea más costosa – como las semillas Monsanto que pueden costar diez veces más que una normal -, su uso promete semillas más fértiles que las convencionales.

Otro motivo beneficioso para las empresas que hacen uso de estas transformaciones es la resistencia a herbicidas, ya que su uso deja inmune al cultivo, atacando sólo a la flora ajena.

Muchas de estas plantas también están desarrolladas para sobrevivir a las plagas de insectos – uno de los elementos más destructivos en agricultura-. El beneficio aquí reside en hacer uso de un menor uso de insecticidas en las plantaciones con estas variedades que se puede traducir a la vez en un menor impacto ocasionado al ecosistema y para la salud del agricultor que trata con ellos. El hecho de lograr cultivos resistentes, afecta de forma positiva a la tierra en cuanto a la reducción de su uso evitando su desgaste.

Según Sergi Viñals, técnico de consumo de la Organización de Consumidores y Usuarios de Cataluña, quiere dejar claro que para hablar de ventajas y desventajas de los alimentos transgénicos en la sociedad, y por ende, en la salud del consumidor, debemos tener clara la existencia de dos tipos de alimentos transgénicos: por una parte, aquellos que son modificados “para mejorar sus cualidades organolépticas y propiedades nutricionales como es el maíz transgénico vitamínico desarrollado por la Universidad de Lleida” y, por otra, aquellos alimentos que se modifican sólo con el fin que las plantaciones sean más resistentes. En el primer caso, sí que podría hablar de una ventaja de cara a la salud del consumidor, pero en el segundo no hay ventaja.

monsanto


Y ¿cuáles son los riesgos?

Los riesgos son más numerosos que los beneficios o al menos son la razón principal por la que los alimentos transgénicos suelen estar en boca de la sociedad. Existe, sobre todo, cierta preocupación en cuanto a la salud alimentaria, aunque también suponen riesgo para el medio ambiente o la economía.

Los alimentos transgénicos pueden llevar a la regeneración de nuevos agente que produzcan alergias o intolerancias alimentarias en personas susceptibles así como una posible resistencia a antibióticos útiles para la salud humana.

Por otra parte, desde el punto de vista biológico, la resistencia que se ha logrado de los alimentos transgénicos hace que se utilicen herbicidas mucho más potentes lo que conlleva a una mayor contaminación del suelo y la tierra. Además estos pueden filtrarse y llegar a las aguas subterráneas. La resistencia también se hace cada vez más palpable en insectos y malas hierbas que han evolucionado en relación al uso de transgénicos, lo que puede acarrear otro problema de biodiversidad.

En cuanto a problemas económicos, en la actualidad empresas como Monsanto – que posee más del 90% de las patentes de semillas transgénicas- trabajan en el desarrollo de semillas estériles, de manera que éstas solo se puedan plantar una vez. Esto desemboca en la economía de los agricultores, que antes que pensar que puede beneficiarlos económicamente, se están viendo obligados a pagar cada año una gran cantidad de dinero por plantar las semillas. Además una semilla de Monsanto está preparada para crecer únicamente con los productos que comercializa la misma multinacional, de manera que el agricultor tenga que invertir también en éstos para plantar sus semillas.

Transgenicos

La Polémica

Hay una gran polémica que divide a la opinión científica y pública entre los enemigos de los granos transgénicos y los que apoyan estos organismos, expresando cada grupo argumentos que justifican su posición, división que alcanza a las autoridades de los países del mundo, los cual se definen en el momento con posturas diferentes, lejos de lograr una unanimidad de criterios.

Por supuesto que la oposición más radical es la de los ecologistas, que aducen que la modificación en forma artificial de organismos naturales, pueden acarrear efectos insospechables a mediados y a largo plazo y en diferentes campos, aparte del medioambiental.

Uno de los puntos concretos, es la duda con respecto a la salud, que puede tener la resistencia a los antibióticos que caracterizan a los alimentos transgénicos.

Es un hecho real que las plantas transgénicas contienen un gen de resistencia a los antibióticos que se utiliza como una marca de la secuencia genética introducida, que permite verificar el grado de manipulación que ha logrado éxito.
Es obvio que nos preguntemos, si una infección ataca nuestro organismo y ese gen introducido a través de los alimentos transgénicos no dejara actuar completamente a los antibióticos para eliminarla, como evolucionará dicha infección.

También se sabe que en la manipulación genética se le introducen genes de virus, bacterias, mariposas y se genera la duda, de si estos elementos extraños en la dieta de una persona podría aumentar los riesgos de que aparezcan alergias o rechazos expresados por el cuerpo en diferentes manifestaciones, principalmente en los niños y bebés.

Hay otros aspectos que generan dudas sobre la utilización universal de las semillas transgénicas, que han llevado a varios países, principalmente europeos a prohibir la utilización de estas semillas tratadas artificialmente e incluso a prohibir la importación de granos producidos con semillas de esta variedad lo que está generando discusiones en diferentes organismos mundiales sin obtenerse hasta el momento una conclusión aceptada por todos los miembros.

¿Qué alternativas existen a los alimentos transgénicos?

Actualmente los alimentos transgénicos están integrados en nuestra dieta, muchos de ellos los consumimos sin saberlo. La organización no gubernamental Greenpeace se opone al desarrollo de los alimentos transgénicos, por eso dispone de una lista que actualizan cada cierto tiempo, donde enumeran las empresas que hacen uso de los alimentos transgénicos para la elaboración de sus productos.


maiz

CONCLUSIÓN

Hablar de transgénicos realmente es un tema extenso para debatir. Pero más allá de discutir o sentenciar su existencia, es necesario dar a conocer no la polémica, si no su origen. Educar a la población para que esta tenga derecho y bases sobre las cuales fundamentar su opinión, y denunciar lo justo.



Por último, un videito, digno de ser mirado: